Si bien la gran mayoría de los moteros experimenta el andar de su moto de manera individual, son muchos los casos en donde esta experiencia es compartida con un copiloto.
Hoy te traemos algunos consejos para ser un buen acompañante y hacer que un viaje de a dos, sea mucho más placentero y seguro
Conocer la moto
Como buen copiloto es necesario conocer a la perfección el vehículo: cómo y cuándo subirse, de dónde agarrarse, cómo y cuándo bajarse. Es importante aprender todo esto primero que nada ya que la comunicación con el conductor mientras se está en marcha, será muy limitada (excepto en casos con intercomunicadores).
Posición y movimiento
Tengamos en cuenta que el asiento del acompañante se encuentra lejos del centro de gravedad de la moto, por lo que es necesario encontrar el equilibrio adecuado y acompañar al conductor en los movimientos que éste realice. Es un error intentar dejar el cuerpo estático o tirar el peso para el lado contrario de una curva, por ejemplo.
Evitá apoyarte sobre el conductor
Debemos dejar caer nuestro peso sobre el asiento, los pedalines traseros y poner nuestras manos en un sector fijo de la moto que nos permita sujetarnos firmemente. Por supuesto que esto nos genera un cansancio prematuro por lo que podemos utilizar también nuestras rodillas para «abrazar» al conductor desde abajo sin generarle molestia en la parte alta del cuerpo que pueda desestabilizar su equilibrio.
No te desentiendas del camino
Siempre debemos estar igual de atentos al camino que el conductor ya que de esta manera anticipamos maniobras en las que debamos adoptar ciertas posturas y movimientos que faciliten el andar de la moto.
Por último, recordá viajar siempre con toda la indumentaria adecuada. El resto es relajarte y disfrutar del viaje.
